Abraza tu "yo"
- Sergio Belver
- 10 jul 2016
- 2 Min. de lectura

Tan importante es tratar y cuidar a los demás, como hacerlo con nosotros mismos. Si una persona que quiere mucho a los demás, de vez en cuando no se demuestra algo de cariño, estará perdiéndose en los demás, sin realmente interesarse primero por su bienestar.
Muchas veces, cuando alguien a quien queremos está sufriendo, nos centramos tanto en ellos, que nos olvidamos de que todo no gira en torno a intentar resolver sus problemas, que también hay una vida que debemos vivir y tratar siempre de disfrutar, porque tan bonito es quererse, como que te quieran. Desde mi punto de vista, aspectos como la autoestima no tienen nada que ver con el amor hacia nosotros, como puede tener relación experiencias tan importantes como sonreírse a un espejo y empezar el día con ganas.
Quizá, llevados por el egoísmo que impera en las ciudades, dejamos que todo fluya como está, decidiendo aceptar lo que nos parece injusto, como normal. Nos acercamos tanto al dolor, que muchas veces vivimos anclados en los errores o los fallos que cometimos, en vez de usarlos como experiencia positiva. Hay decisiones que se toman porque había que elegir entre dos caminos, y ninguno de ellos tiene porque conducir hacia algo malo, simplemente podemos aprender de ello.
Si el "yo" de tu pasado se sigue arrepintiendo de aquel día que decidiste dejar algo porque no te llenaba, seguirás manteniendo dentro de ti el sentimiento de culpa, con lo que eso conlleva. Somos humanos y nos equivocamos, pero no son malas experiencias sino enseñanzas. A diario, leo cientos de artículos de grandes bloggeros que hablan de crecimiento personal y como cambiar tu vida. Casi todos coinciden en dos puntos: equívocate y abraza tu "yo" de cada época de tu vida.
Tu presente, tu pasado y tu futuro son fases de tu vida en las que no puedes dejar de quererte tal y como eres, porque eso es lo bonito de la vida, diferenciarse del resto de humanos que te rodean por características tan únicas como una sonrisa. Mi madre suele decirme a menudo que soy demasiado bueno para este mundo, y yo le contesto, que sólo trato de serlo siempre con quien me hace sonreír o me cuidó en etapas de mi vida en las que no estaba mentalmente estable. Ha sido bonito el cambio que he ido dando a lo largo de estos años, como he crecido, madurado y entendido que lo que te hace daño no es bueno para ti y hay que cortar por lo sano el dolor y el pesar, con tal de quererte a ti mismo, tal y como eres, con tus fallos y tus virtudes, tan especiales como imprescindibles para un vida plena.
Una vida, que tú mismo construyes cada día con tus hechos. ABRAZÁNDOTE.
Comments