Confór(m)tate
- Sergio Belver
- 3 may 2017
- 2 Min. de lectura
Echaba de menos escribir, siempre que no lo hago intento escribir en algún cuaderno o libreta algún tipo de poesía para relajarme, evadirme del día.
Acabo de venir de vacaciones seguro que como muchos de los que me estéis leyendo, soy de esos afortunados que pueden desconectar del agobio de su ciudad por unos días. Porque no nos engañemos, uno de los mayores focos de estrés y descontrol de nuestra energía proviene de como sentimos que los edificios no dejan el suficiente aire para respirar. Nos molesta cualquier sonido si resulta repetitivo, nos reconforta que nos digan que hacemos algo bien y peor aún, una de las frases más buscadas en google es "me siento solo".
Analizando toda esta situación, me veo en la necesidad de tomar un tiempo fuera de aquí. Hay veces que puedes hacerlo con unas simples respiraciones y la luz apagada en tu habitación, pero necesita más concentración. Me ha dado tiempo a pensar en estos días en algo que veo necesario comentar y es que me he dado cuenta de lo programada que tenemos la vida, siendo nosotros los arquitectos que creemos que la diseñamos. Nuestras acciones nos llevan a un destino aburrido, que nos agota, que no nos llena, seguimos pensando en cumplir unos sueños pero sin un objetivo claro, y entonces...¿de qué sirve?

Un buen ejercicio de la visión con el corazón que puedes realizar a diario es algo tan simple como dejar sentarse a personas que lo necesitan más que tú. Esa sonrisa, esa forma en la que las mejillas se levantan y bueno, sirven para alegrar el día de alguien ante algo inesperado. Me gusta hacerlo, no solo con eso, sino cuando veo a alguien estresado, cuando veo que alguien necesita consejo, ahí estoy yo. Si es verdad que muchas veces esperaría recibir lo mismo, pero no puedo pedir a otro que haga lo mismo que yo.
Tengo la suerte y la desgracia de ser como soy, fruto de lo que aprendí de mi madre, de mi padre, de mi abuelo y sobre todo el buen hacer y el ser noble de mi abuela. Son algunas de las características que más aprecio de mi carácter. A menudo, pienso que escribir este blog me sirve como diario personal, algo así como una especie de diario adolescente versión avanzada, donde suelto lo que pienso y paso a lo siguiente. La necesidad de liberar al mundo aquello que necesitas contar es la mejor de las sensaciones que puede tener una persona.
Aprecio todo gesto de cariño, cualquier muestra de afecto por pequeña que sea, a mí me supone un gran impacto. Deberíamos más disfrutar cuando alguien nos llena de abrazos y dejar de pensar en competir tanto contra los demás. Más de lo que nos importa y menos de lo que nos contamina por dentro.
Somos lo que comemos, y no solo hablamos de alimentos, los sentimientos de ira, odio o asco también nos hacen ser la persona en la que hoy nos hemos convertido. Cuidémoslo, por favor.
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