¿Te gusta tu vida?

Últimamente me suelo hacer la misma pregunta siempre: ¿Qué podría hacer que mi vida mejorase?

Yo me siento a gusto con lo que soy, con lo que escribo y con lo que tengo, pero pienso que me falta algo más quizá que haga que mi vida sufra un cambio necesario que me haga avanzar hacia nuevos horizontes. Como siempre que necesito pensar, me dirijo a sitios altos como azoteas y respiro el aire puro de las alturas. En ocasiones, creo que estoy perdiendo algo de juventud al pensar tan ordinariamente con todo, y creo que en los siguientes años, voy a poder mejorar todo eso. Porque necesito disfrutar de nuevas experiencias, vivir al límite y sentir que estoy aprovechando mi tiempo de vida de verdad.

Vivir limitado por uno mismo, es el peor de los obstáculos y sin duda he vivido muchas veces esa etapa durante mi vida y creo que necesitamos todos improvisar más. Tener siempre algo organizado o preparado por si nuestro primer plan falla, y disfrutar de las cosas bonitas que tiene la vida.

Un abrazo es una de esas experiencias vitales que no cambiaría por nada del mundo, porque es algo mágico y en mi caso, sirve de verdad porque no me limito a pegar el cuerpo durante unos segundos, sino que siento el abrazo cerrando los ojos.

Todo este post me lleva a una pregunta importante:

¿Te gusta tu vida?

Si la respuesta es que sí, ya te digo yo que seguro que te falta algo o sientes que tienes que mejorar algo. Si la respuesta es no, tendremos que ver como cambiarlo y no es un proceso fácil así que seguid estos tres consejos:

• Vive primero para ti. Este paso es sencillo, consiste en dejar de preocuparte y sentir tanto el dolor de otros y ocuparte de empezar a quererte poco a poco. Cuando lo haces, sentirás que tienes más belleza por dentro y por fuera de lo que pensabas.

• Sueña en grande. El primer paso, sin seguirle este no tendría efecto. Mientras soñar sea gratuito, por qué no hacerlo con cumplir grandes metas, al creerte lo que quieres llegar a ser.

• El cambio. Lo reconozco, este paso es como recorrer un largo desierto sin agua. Se te va a hacer infinito, desfallecerás, tendrás momentos de lucidez que durarán unos segundos y llegarás al final con la sensación de que no ha variado la situación en la que te encontrabas. Pero entonces, te das cuenta del camino que has recorrido, y es lo que hace que valores cada segundo de tu vida mucho más, por el esfuerzo que has realizado cada día para conseguir tus objetivos.

Este no es un proceso fácil y en muchas ocasiones vas a sentirte desorientado y sin horizontes en la vista que te ayuden a seguir caminando. De ti, poco a poco depende cómo afrontar las serias dificultades que vas a encontrar durante este largo paseo hacia tu vida plena. Conseguirlo o no depende de ese pequeño monstruito llamado constancia.