Me siento agradecido

Quiero estructurar este post de domingo en otro nivel, vamos a decir que es una especie de carta hacia mi presente y como se está portando conmigo.

Querido presente:

Hace unos meses no pensaba en ti tanto como lo hago ahora. Vivía un poco más anclado en el pasado y deseando el futuro sin saber que me traería. Ahora contigo he aprendido a esperar, a valorar y a disfrutar del momento como otros me habían dicho que debía hacer.

Por supuesto y como comprenderás, aprender a quererte no ha sido nada fácil porque no figuraba dentro de mis planes de Año Nuevo pero ahí apareciste un día y ahora me mantienes a flote. He aprendido que contigo valoro lo que tengo cerca, a los que me quieren y me tratan con cariño, las personas que están ahí para reír y también consolar y atender cuándo hace falta.

Me sigue faltando alguien con quien compartir horas entre cuadros de arte, pero seguro que con tu mano mágica podrás hacer algo. Me he centrado, tengo las cosas claras y aún con algunos miedos nuevos que seguro que surgirán, espero que este año acabe de la forma en la que me siento ahora, único e indispensable.

También quiero agradecerte que me ayudarás a entender que mi pasado no era si no un nuevo comienzo para mi presente y algo de lo que aprender. Cuándo el futuro llegue estaré de verdad preparado y con fuerzas para encarar las dificultades que se puedan presentar en algún momento. Mi vida se ha convertido en algo distinto de lo que sentirse orgulloso. Tengo gente, tengo sueños y objetivos claros en la vida y quiero dedicarme cada segundo de mi vida a ello.

Este cambio de planes me ha hecho volverme más sano que un atleta de élite, a nivel mental siento estabilidad y que las cosas me van bien. Me siento a gusto con mis hobbies y disfruto cuándo alguien los comparte conmigo por supuesto. Estoy siempre encantado de recibir un abrazo de alguien y esperando ver a todos aquellos que puedo durante el resto de este año.

No sé que me tendrás preparado para lo que queda, con la de experiencias nuevas que voy a vivir a partir de Septiembre, cómo un estudiante con las ganas de aprender de nuevo. Sé que van a venir rectas de felicidad y orgullo del trabajo y el esfuerzo realizado.

Sólo te pido no salirme de tu camino y seguir caminando junto a ti, mirándote a los ojos cómo un niño pequeño mira una piruleta.

Sé que estarás ahí, y yo también siempre. Por mí. Por mi felicidad. Por lo que nos queda del resto de nuestros días.