Fruto del esfuerzo

Estoy encantado con cómo se están desarrollando estos meses, de cómo me han pedido participar en muchos proyectos que me han ilusionado para trabajar en ellos. La gente que me conoce y que me quiere bien sabe perfectamente que siempre intento esforzarme en aquello en lo que confío, en definitiva porque pienso que si buscas que la gente dé el 100%, primero debes tú poder comprometerte a hacerlo.

Este mes de enero pasado y sobre todo durante este mes de febrero me he metido de lleno en rutas desconocidas, he salido de mi zona de confort, he pensado, repensado y vuelto a pensar el cómo y el porqué de lo que hacía. Me siento orgulloso de estar en tantos proyectos, de que la gente decida confiar en mí, me siento arropado y querido.

Disfrutar de aquello que te llena y poder trabajar en ello es una de las motivaciones que tengo como persona y como futuro profesional. Las oportunidades llegan por el esfuerzo, las lágrimas y el crecimiento personal que vamos atrapando poco a poco. Hemos crecido, aunque sea el más mínimo detalle y aunque pases por una mala racha, has aprendido algo nuevo que te ha hecho tener ventaja respecto al resto.

Me quedo quizá con todas esas sonrisas y agradecimientos de las personas a las que ayudo, con todas esas caras de sorpresa cuando ven tu trabajo, con...no sé, todo este mes. Siento que esto que hago es lo que quiero que se convierta en mi futuro, en aquello que me dé de comer a ser posible, donde yo mismo haya construido mi futuro desde cero porque yo he querido.

Hay una canción que me ha guiado en el camino (Golpe de suerte de ZPU) y es vivo reflejo de lo que supone el buscar un reconocimiento. La canción habla de que la suerte no consiste sino en el esfuerzo vital que haces cada día al levantarte para conseguir aquello que un día te planteaste que podría ser tu escape, tu evasión del mundo real.

He tenido la suerte de encontrarlo, y he tenido la suerte de trabajar en ello cada día. Os motivo a todos a trabajar hasta encontrarlo por fin.